Agua de riego

Hablaremos en este informe, acerca de la clasificación y el uso del agua de riego, que por cierto el agua, viene a ser algo primordial para poder sostener el desarrollo agrícola. Se debe utilizar cualquier estrategia, con tal de lograr un buen aprovechamiento de este elemento tan imprescindible como el agua, así como también hacer una adecuada utilización y conservación en forma racional, ayudará a poder desarrollar perfectamente las tareas agrícolas que tiene cualquier emprendimiento agrícola. Hay varios factores importantes que se deben tener en cuenta, para cualquier programa de riego que se esté queriendo iniciar. Uno de ellos es el suelo respecto a sus características físico/químicas. Otro de los factores de que hablábamos, es el clima, también muy importante a la hora de preparar un sistema de riego, éste afecta particularmente al uso y al manejo que se le dé al agua de riego, por que lo que influye en el clima, es la temperatura, las lluvias, la evaporación, etc.

Como toda actividad agrícola, debe tener un objetivo o un fin particular, que sería llegar a tener cultivos prósperos, y para alcanzar ese propósito agrícola, es necesario que el cultivo esté en función directa a los factores que mencionamos antes, como las precipitaciones, evaporaciones y las temperaturas, especialmente enfocado en la tolerancia concerniente a la sequía y la salinidad. Las cosas que el hombre más directamente logra controlar, son las prácticas culturales en general y las técnicas de riego y drenaje, todo esto se debe poner en función al manejo del suelo, del cultivo y de la administración racional del agua de riego; todo esto para lograr el objetivo de los beneficios financieros productivos. Pasemos ahora a ver sobre la calidad del agua de riego, esto tiene efectos muy importantes para los distintos cultivos de cada planta. Hay dos efectos importantes según el tipo de agua de riego que se utilice; uno de esos efectos es: a corto plazo y el otro es a largo plazo. El de corto plazo contribuye al tipo de cultivo, a la calidad y a la producción.

Y el de largo plazo algunas aguas de riego, pueden dañar al suelo permanentemente, a tal punto que no puedan volver a servir para la agricultura. Cualquiera que sea el origen del agua de riego, ésta deberá satisfacer la calidad que se le exige a esta agua de riego natural propiamente dicha, pero solo en algunas ocasiones. No obstante, para ciertas producciones puede llegar a haber una variable permitida en los márgenes preestablecidos, pero únicamente si no afectara las cualidades del suelo. Hay mejores aguas de riego que otras, por ejemplo podemos decir que la mejor agua de riego para que le haga bien a las plantas, es el agua de lluvia, pero teniendo en cuenta si el lugar en donde vivimos no es un sitio que estén muy contaminadas las aguas, por que sino, las lluvias pueden ser asiduamente ácidas. En el caso que todo sea normal y correcto con respecto a que no hay contaminaciones en el lugar, se puede juntar el agua de lluvia en recipientes cerrados por unos días, para ir regando las plantas. Si no se pudiera recoger esa agua, hay que ver algunas cosas para tener en cuenta.

¿Cómo obtener agua de riego?

Para poder obtener una buena agua de riego para que las plantas crezcan saludablemente se debería, eliminar en lo posible el cloro del agua corriente de la canilla antes de regar nuestras plantas. ¿Cómo hacerlo?, hay varias alternativas, una sería llenar un balde o tachos con el agua de la canilla, y dejarla reposar toda la noche para que se vaya evaporando el cloro. Si se introdujera en esa agua un aireador como los que se usan en las peceras o acuarios para oxigenarles el agua a los peces, ayudaría a acelerar la eliminación. Otra opción es colocar un sistema de limpieza del agua por ósmosis, aunque éste método cueste un poco más caro que los otros, nos permitirá tener el agua en óptimas condiciones de buena calidad, tanto para cocinar, beber y para las plantas también.

Hay plantas que necesitan suelos ácidos, y las aguas que son duras, o sea, que posean cal en sus componente, dañaría a dichas planta. Por eso lo mejor será poder eliminar la cal que el agua de riego pueda tener. Para poder conocer si el agua es dura, hay que saber el PH que ésta tenga; para eso se pueden comprar unos Kits que sirven para leer el PH del agua.

Por ejemplo, en una escala del 0 al 14, el 7 significa un valor neutro. Si el valor muestra menos de 6,5 representa un valor ácido; y más de 7,5 ya es alcalino. Esto quiere decir que si el agua de riego es alcalina, dura o calcárea, al regar con ella, el PH del suelo se altera. Por lo tanto si hay plantas que necesiten suelos ácidos o un poco ácidos no pueden sobrevivir en ellos, por que no podrán absorber los minerales necesarios, como el manganeso, hierro, cobre, boro y zinc.

Para que esto no suceda hay que quitar la cal del agua, a no ser que queramos acidificar el suelo alcalino. En los terrenos que tienen buen drenaje, se realiza si se añade al suelo algún elemento acidificante como la turba, pero si el terreno está mal drenado se recomienda agregar sulfato de hierro o azufre. Y hay algunos procedimientos para neutralizar o quitar la cal del agua de riego.

Uno podría ser usando limón o vinagre, añadiendo unas gotas al agua de riego. Dos agregar 2 cucharaditas de vinagre cada 5 L. de agua, para regar aquellas plantas que tengan un PH muy alto y que por lo tanto, precisen suelos ácidos. Y tres, se puede usar un sistema para obtener el agua descalcificada, por medio de ósmosis inversa, es ideal para las plantas que necesiten de suelos ácidos, aunque sea más caro que las alternativas anteriores, pero el mejor.