Jardineria oriental

En este párrafo hablaremos sobre la jardinería oriental, sus diferentes tipos, accesorios, consejos y características principales. La cultura oriental considera al mundo tal como la imaginación lo inventa. No hay distinción entre uno mismo, sus sueños y su demencia. El universo está constantemente cambiando, en continua creación y destrucción, tanto de vida como de muerte. Nada queda en estado estacionario, no hay nada que permanezca y al igual que las nubes se transforman y las estrellas en el cielo se apagan, tal como se mueven montañas y valles, aunque estas transformaciones son demasiado lentas como para ser captada por las personas. Siguiendo esta tradición milenaria, hay dos grandes fuerzas que se oponen y se revelan en constante proceso de cambio. Estas fuerzas son el yin y el yang. Cada una representa cada sexo.

Cada objeto presente en la jardinería oriental representa a una de estas fuerzas. El objeto de la jardinería oriental es obtener un producto de equilibrio de ambas fuerzas. Ciertas complejas premisas de la filosofía oriental conforman la base de la increíble jardinería oriental. La jardinería oriental está plasmada en el sakuteiki, que es uno de los manuales sobre jardinería más antiguos.

Este libro fue escrito por Tachibana Toshituna. La jardinería oriental está basada en el Feng Shui. Este arte tiene como finalidad equilibrar y armonizar los flujos de energía natural para mejorar la vida y salud de quienes practican la jardinería oriental. De esta manera, si se disponen los elementos de una manera que no sea la indicada en el manual, esto implica un mal presagio. La sintonía entre los elementos de la jardinería oriental conforman una creencia en la cual mundo está lleno de espíritus que viven en las rocas, el agua y las plantas, y por lo tanto para no desatar su ira, se debe de poner muchísimo cuidado y atención a la distribución de estos elementos. Podemos decir entonces que, como vemos la jardinería oriental es considerada como un arte natural, o tributo a la naturaleza, realzando los principios básicos de la vida y sus elementos, como el aire, tierra, agua y fuego, intercalándolos para lograr un equilibrio.

¿Qué es la jardinería oriental?

La jardinería oriental esta despojada de elementos suntuosos, atraen sólo por la perfecta combinación de rocas, plantas y arena, lo que refleja la sabiduría de la cultura oriental y su amor por lo natural. Un hilo de agua que simule el flujo de un río es sumamente valorado ya que le aporta a la jardinería oriental una sensación de valle, al mismo tiempo que las piedras semienterradas le dan una mayor similitud con las montañas. De esta forma, la jardinería oriental cumple con el fin de transformarse en un lugar perfecto para la meditación, un lugar en el cual la persona intente lograr una interpretación de su mundo, concentrando toda su energía en su interior. La jardinería oriental intenta copiar mediante estas reglas la cultural oriental en el mundo occidental. Preocuparse únicamente por la estética para conseguir estas réplicas no es el fin que se persigue en Japón.

En esas culturas escapan de los adornos fáciles, ya que los elementos se originan en sus creencias religiosas, ellos están en busca de una armonía con el entorno natural y los elementos allí presentes. Las piedras son objetos que poseen una enorme fuerza simbólica. En el momento de elegir las rocas hay que hacerlo con mucho cuidado. Las mismas deben poseer formas artísticas, pero a su vez deben mantenerse las ventajas naturales de las piedras elegidas, escogiendo, por ejemplo, las rocas planas para armar cascadas. También hay que prestar mucha atención a la forma en la que se ubican las flores y las plantas. No se debe abusar de los canteros y los motivos florales. Las flores deben aportar un toque de distinción, sino genera un centro de atracción visual. La jardinería oriental busca siempre mantener un estilo sobrio. Uno de los elementos más importantes de la jardinería oriental es el agua. Este debe entregar una sensación de brotar de la flora.

Los jardines que se conocen como 'sansui' eran unos parques enormes que se recorrían en pequeñas embarcaciones, y se surcaba el agua de unos ríos artificiales o los lagos con islitas. Los estanques eran centros de atención, de modo que el diseño entero del parque gira en torno a éstos.