Arboles robles
Los árboles robles comunes se caracterizan por ser muy robustos, además poseen un tronco que crece de una manera muy estrecha y limpia, ya que su tronco permanece completamente libre de ramas hasta que alcanza los primeros quince metros de altura desde la base. Si los árboles robles se encuentran completamente aislados, sin otros árboles u objetos que interrumpan su espacio de crecimiento, su copa alcanza grandes tamaños, creando una forma muy ancha y poco definida, con muchas ramas tortuosas en su interior, muy nudosas y acodadas, que dan como resultado una sombra muy pobre y poco densa. El crecimiento de los árboles robles en la mayoría de los casos es muy lento, excepto si se encuentra con todas las condiciones que lo ayuden, favoreciendo su desarrollo. Los árboles robles pueden llegar a crecer hasta los doscientos años de antigüedad, y con gran facilidad, aunque es muy común que alcancen hasta los seiscientos años de antigüedad.
Uno de los robles más antiguos que se encuentran actualmente en la tierra en uno que se encuentra en Dinamarca, que posee una edad de mil seiscientos años. Las raíces de los árboles robles crecen con mucha profundidad en la tierra. Al año de haber sido plantados, su raíz central se encuentra casi completamente desarrollada, y la profundidad de la misma en la tierra puede llegar a ser de un metro y medio. A los seis ocho años de edad, las raíces laterales y el conjunto de todas sus raíces pueden llegar a emitir un sistema radical penetrante y de mucha profundidad. La corteza de los árboles robles se caracteriza por ser de un color de la gama de los grises, y es muy lisa en textura en los primeros años de crecimiento, pero a medida que los años transcurren, su corteza comienza a quebrarse formando una grietas de mucha profundidad, y muy marcadas. Las ramas principales de los árboles robles son en forma de candelabro, muy flexuosas o sino prácticamente rectas, y las ramas secundarias son mucho más sinuosas, muy fuertes y poseen muchos nudos en todos sus ángulos.
Los árboles robles son de hojas caducas, esto significa que sus hojas dependiendo en que esposa del año se encuentren se van a caer al suelo. Durante los días más fríos del año, característicos generalmente de las estaciones de invierno y otoño, todas las hojas de los robles comienzan a cambiar de color, pasando a ser más amarronadas, hasta que se secan por completo, y el árbol las desprende por completo, dejándolas caer. Y en los días de más calor del año, de las estaciones de primavera y verano, los árboles robles comienzan a brotan un sinfín de nuevas hojas. Estas hojas son muy brillantes, frescas, y de un color muy verde. Llenando nuevamente por completo toda la copa del árbol de un hermoso follaje. Esta es una sabia movida de la naturaleza, ya que justamente en invierno es cuando la tierra y el clima se encuentra más húmedo y frio, por esa razón, el árbol deja pasar los rayos del sol por entremedio de sus ramas, y de esa manera se logra aumentar un poco la temperatura, y se seca un poco la tierra de las plantas que se encuentran por debajo de él. Por ello es que los arboles robles muy codiciados para los jardines particulares.
Ventajas de los arboles robles
En los días del año que el clima es muy cálido, los árboles robles se caracterizan, como ya dijimos, por poseer todas sus hojas, de esta manera nos brindan una muy densa y fresca sombra. Esta sombra que nos brindan los árboles robles es muy buena para poder mantener por más tiempo la humedad en la tierra, y a su vez para que las personas puedan descansar de tanto calor. Los árboles robles dan flores masculinas, estas brotan en largos amentos que cuelgan y son lampiños. Tienen un promedio de tres a seis centímetros de largo, con flores que tiene de cinco a ocho estambres cada una. Las flores femeninas de los árboles robles son en grupos de dos o tres como máximos.
Se encuentran incrustadas en los extremos de los largos pedúnculos entre las hojas más superiores del árbol. Los árboles robles producen bellotas, que maduran en los meses de la estación del año de otoño, dándonos la posibilidad de hacer su recogida durante todos los meses hasta los primeros días del invierno. Se pueden aprovechar todas las bellotas que caen al suelo, o si no se pueden retirar las que poseen los árboles robles.
Una forma muy simple de retirar las que todavía no cayeron al suelo es con la ayuda de un palo, ya que con él se mecen las ramas, y estas caen muy fácilmente. Para poder recolectar las semillas limpias del roble se deben separar de forma manual las cúpulas y las ramitas que quedan adheridas a los frutos que nos brindan los árboles robles. Podemos decir entonces que, si queremos hacer una renovación en nuestro jardín plantando algunos árboles y no sabemos qué especie elegir, los arboles robles son una excelente opción, ya que además de ser muy fáciles de mantener, son muy fuertes, se adaptan a diferentes climas, y por supuesto son muy decorativos y estéticos. Esperamos que esta información que le brindamos acerca de los arboles robles le haya sido de utilidad.
